La procesión sin voz de los partidos

Por: Juan Paredes Castro

A más de un año de las elecciones municipales y regionales y a más de dos de las presidenciales, la obsesión de algunos líderes por llegar primero a la línea de partida podría matarlos políticamente.

Tanto los que se lanzan a la arena, como Raúl Diez Canseco Terry, los que anuncian su retorno como Lourdes Flores, los que volvieron a estar en campaña desde el día siguiente de su última derrota, como Ollanta Humala, y los que aparecen con el sello de "candidatos naturales" como Luis Castañeda Lossio, todos buscan, sin duda, el sillón presidencial, y parecen creer, firmemente, en aquello de que "camarón que se duerme se lo lleva la corriente".

Pero una cosa es dormirse en sus laureles o en una carrera a salto de mata y otra es pensar en la necesidad de educarnos y formarnos mejor políticamente. ¿Con el empuje y el aliciente de quiénes? ¡De los partidos políticos y de sus liderazgos, por supuesto!

No esperemos pues que un general en retiro chileno nos diga qué hacer con nuestra democracia y con nuestras instituciones, olvidando que el otrora milagro de la concertación en el vecino país del sur no ha podido superar su desgaste ni renovarse a sí mismo y que por consiguiente no es hora de mirar desde allá la paja en el ojo ajeno, descuidando la viga en el propio.

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El Congreso, el Jurado Nacional de Elecciones, la Oficina Nacional de Procesos Electorales y todos los ciudadanos que delegamos poderes presidenciales, parlamentarios, municipales y regionales, tenemos que exigir cada vez más que las elecciones internas en los partidos se cumplan y se vigilen, que sus dirigencias y cuadros se renueven por esa vía y que cuando habla un viejo líder como Armando Villanueva del Campo, con el propósito de remecer los cimientos de su organización política, contribuya a que esta también recobre su propia voz, su propio ímpetu y su propio sentido de futuro.

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Mientras no haya elecciones internas no sabremos qué es y qué quiere en realidad el PPC de Lourdes Flores y Salvador Heresi, el Partido Aprista de Alan García y Mauricio Mulder, Solidaridad Nacional de Luis Castañeda y Walter Menchola, el Partido Nacionalista de Ollanta Humala y Carlos Tapia, Acción Popular de no sé quién o quiénes, el Partido Humanista de Yehude Simon y de alguien más, Perú Posible de Alejandro Toledo y Carlos Bruce, Alianza para el Futuro de Keiko y Santiago Fujimori y la CGTP de Mario Huamán y Juan José Gorriti.
Procuremos pues desde dentro y desde fuera darle voz a los partidos, obligándolos, como empujados por una Sunat, a mostrar sus votos, sus cuentas y sus cuitas.

Fuente: El Comercio - 23/01/09